Puede que hoy me sienta
el ser más triste de este desierto.
Más que las ramas partidas.
Más que los zorros hambrientos.
Más que mi huerto arruinado.
Más que el casi invisible
cartel que señala
la llegada a mi casa.
Pero todo pasa.
Como el viento.
Como un cóndor.
Como tú.
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