LITERALIA

ARTÍCULOS DE OPINIÓN

martes, 4 de julio de 2023

EPÍSTOLA A PLATERO

 Llueve, Platero,

 y eso quiere decir... 

ni sabemos ya lo que quiere decir. 

Escucha, Platero, 

que buenas orejas veo que tienes para ello. 

Que llueva o no agua, en este mundo nuestro, 

poco importa. 

Llueven cosas mucho más ignominiosas. 

Nos llueven pisadas de gigantes con el símbolo del dólar. 

Si sólo pisaran... pero dejan huella. 

Y, al llover, el resto de vejaciones se acumulan, 

inundan esa huella y los restos se nos pudren

sobre los huesos. 

No pongas esa cara de pena. 

Bueno, de sobra sé que los burros no pueden tener expresión facial, 

pero sé leerte, después de todo, la cara del alma. 

Me comprendes. Pero no estés tan preocupado, Platero. 

Hemos comenzado a achicar agua de la huella, 

y, por incrustada que esté, sabremos borrar la marca del dólar. 

Llueve, Platero, 

pero un día conseguiremos que lo que llueva, 

mañana, 

sea agua. De la que limpia y hace brotar la vida. 

Y tú, Platero, beberás de ella. 

Y ya no te pondrás esa cara de pena en el alma. 

¿Verdad que no? Verás como no. 

¡Mira, Platero! A fuerza de vida, está lloviendo agua pura. 

¡Qué bien, Platero! Llueve y tú bebes. 

Lo hemos conseguido. 




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/                                                        18/06/2011

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