Seguiste
el reguero del crepúsculo
que
nunca alcanzarás desnudo.
Tanto
musgo. Tanto Marte.
Tanta
luna en cuarto menguante.
Ardiendo
entre los riscos neuróticos
resonando
desde Creus hasta Escullos
el lenguado nos saluda.
Bebe rosa verde luna.
Una
rosa, un perro y un lenguado
se
petrifican ante una rusa
que
ha robado al huevo ennarcisado.
Yo,
que os sigo a través de los tiempos,
de
mucho tiempo y muy poca distancia,
quiero
alcanzaros cargado
con
mi mochila a la espalda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario