GOYA DESCAFEINADO 2015

Hola, mentecillas inquietas.

  Creo que dos años y pico sin subir una nueva entrada es suficiente como para coger impulso y volver a la carga. Porque no está todo dicho, porque los momentos que vivimos no son como para quedarse callados y contemplarlos, y porque me da la gana.

  En estos dos años y pico han pasado muchas cosas dignas de ser comentadas, criticadas y analizadas, pero necesitaría muchas entradas, o una eterna, para hacer un repaso de todo (Podemos, Ganemos, más desmanes del PP, Charlie Hebdo, pactos de estado del PPSOE, desinfle del 15M, etc.)

 Pero ya puestas a comentar eternidades, nos viene que ni pintada la gala de los Goya de anoche. Tres horas y media de gala en la que se esperaba más en muchos aspectos, y que a algun@ nos dejó bastante fríos tras contrastar el resultado con las expectativas. Desde hace veintinueve años la gala de los premios de la Academia en España han sido, sobretodo, la fiesta del cine español. Pero a cada colectivo le da por celebrar las fiestas como le apetece, y el mundo del cine en este país ya ha demostrado en varias ocasiones que hay veces en las que queremos celebrar nuestra fiesta reivindicando y dando un poquito de la mucha voz y visibilidad que tenemos esa noche a quienes no la tienen nunca. It's my party and I cry if I want to. Ha habido años clave que se recordarán en la historia de estos premios, y por nombrar sólo tres podemos irnos a 2004 con el "No a la guerra" orquestado y bien gritado por Animalario, y también en 2013 y 2014 contra los desmanes del gobierno del PP, los recortes, la mal llamada crisis (estafa), el estrangulamiento de la cultura y las artes en España, el IVA al 21%...

 Todos estos problemas que en las dos ediciones anteriores nos llevaron como sector, como colectivo, como oficio, como profesionales, como ciudadanas, como familia, a elevar la voz y visibilizar problemas que nos afectan directa o indirectamente, no han acabado. Lejos de ello, se han incrementado y han surgido otros no menos importantes. Teníamos en la puerta a los trabajadores de Coca-Cola en lucha cuyas sentencias de readmisión en sus puestos de trabajo en Fuenlabrada (y no en Martorell, ni Málaga) por la Audiencia Nacional han sido sistemáticamente desobedecidas por la multinacional. Les acompañaban los trabajadores/as de RTVE que han visto en los últimos años cómo la información y comunicación públicas han sido secuestradas por los poderes políticos que las administran y los económicos que las sustentan, y que se enfrentan a condiciones laborales cada vez más lamentables. Y se encontraron con la presencia de viejos (figurantes) y nuevos (Afectadxs por la Hepatitis C) "protestones" en la puerta del hotel-auditorio en el que iba a desarrollarse la gala. Algunos gestos casi desapercibidos aunque debidamente difundidos en redes sociales (fotos en photocall de Álex de la Iglesia, Liberto Rabal, Gemma Cuervo y otros con los representantes de los trabajadores de CocaCola, e Iñaki Guevara como secretario general de la Unión de Actores y Actrices de Madrid repartiendo pins en apoyo a los trabajadores de RTVE) nos hacían soñar con que dentro, por tercer año consecutivo, la gala iba a ser movidita... y este año sí que tendría que tragársela nuestro ministro Wertedero Sinwertgüenza en vivo y en directo.

 Pero no fue así. Ya unas cuatro horas antes del evento un desconfiado Iñaki Guevara me confirmaba que "no he recibido buena acogida por parte de los actores que conozco". Y empecé a notar que se me torcía el gesto. Comienza la gala con un número musical que acabó con decenas de actores de pie en el escenario, de frente, desafiantes, cantando "Resistiré" del Dúo Dinámico. Los pelos de punta al saber lo que se quería decir con ese número. Y tuve que acordarme del discurso del secretario general en la gala de los Premios de la Unión de Actores de 2013 cuando acabó diciendo "NO NOS RENDIMOS PORQUE NO NOS DA LA GANA".

 Parece que anoche sí que nos dio la gana. O mas bien nos pareció más oportuno sacar pecho por los buenos datos de taquilla y quedarnos en críticas mucho más sutiles, menos descarnadas que las de los dos años anteriores, y seguir mirándonos el ombligo sin dejar de recordar que este año ha sido espléndido y que el gobierno no ha ayudado nada al respecto. Por supuesto no faltaron las críticas a la actitud gubernamental que ningunea la cultura y las artes, al 21% de IVA, y al cada vez más escaso apoyo de las administraciones públicas al sector cultural en general y al cine en particular. Dani Rovira, el presentador de la noche, tuvo que recordarnos a todas que puede que sea la primera vez que no es el estado el que ayuda al cine sino que este año, con estos datos, es el cine el que ha ayudado al estado. En concreto nombró a "los orcos del estado. Perdón. Las arcas".

 Pero ya. Hasta aquí puedo leer. Ni rastro de los encendidos discursos de años anteriores que escenificaban un cabreo y un plante del sector. Un hasta aquí que también se había reflejado en la calle. Nos quedamos en unos tironcitos de orejas con cierta gracia (a veces) y muy dulcificados. Sólo fueron reseñables en sentido contrario algunas actitudes aisladas como, por ejemplo, cuando Pedro Almodóvar saludó a los amigos de la cultura y el cine español, y dejó claro a Wertedero Sinwertgüenza que él no estaba incluido entre ellos (recordó felizmente a Corbacho el año pasado saludando al ministro "sólo al 21%"). En un análisis facilón, podríamos quedarnos en que, cuando las cosas han ido muy mal, los actores y actrices nos hemos abalanzado al púlpito de los Goya a arrasar con todo lo que nos oliese a injusticia, pero en el momento en el que ya hemos hecho esto dos años seguidos y además al tercero los datos de taquilla sonríen al sector (que por otra parte ya iba siendo hora, joder) parece que, o bien ya está todo solucionado, o bien nos hemos cansado de hacer justicia social porque esto de la voz de la revolución todos los años cansa y aburre un poco.

 Pues algunas/os, quienes llevamos años y años luchando por  nuestro sueño dentro de una profesión olvidada y maltratada, donde casi el 80% (según estudios de AISGE) no puede vivir de su trabajo como actor y tiene que estar en cafeterías, bares, call centers, pizzerías, tiendas de ropa, etc., quienes jamás pisaremos esa alfombra, ni la de los MAX, los Forqué, los Gaudí, los FEROZ..., quienes sufrimos más que nadie las injusticias de este sistema injusto, quebrado y caduco (Maribel Verdú dixit en 2013), quienes además de comernos el marrón de ser actrices y actores en eterna crisis y precariedad también somos pacientes, alumnos, padres, tíos, profesoras, cuidadoras, viajeras de metro y bus, y ciudadanos en definitiva. Algunos/as, como decía, no nos rendimos. Seguimos sin rendirnos y sin entrar en triunfalismos por dos frases bien dichas y unos datos de taquilla que el año que viene o el otro pueden dar la vuelta. Ni tampoco aceptamos, como dice mi amiga Mónica Redondo de la Asamblea Transmaricabollo de Sol, vaciar las calles para llenar las urnas, rezando por que Podemos, Ganemos, ambas o ninguna le den la vuelta al sistema como un calcetín en un maravilloso y efectista deus ex machina político y social que de seguro no se producirá si no es desde la presión popular en las calles y desde las bases de la sociedad y construyendo en colectivo.

  Algunas no nos rendimos porque no nos da la gana, y a muchos les ha dado la gana de rendirse o tomarse un respiro, pero al final, cuando tengamos que volver a recuperar la confianza como altavoces de lo que ocurre en la sociedad, nos vamos a encontrar todas. Pero algunos tendremos ya más experiencia, porque no nos habremos tomado ciertos respiros inconvenientes.

 Salu2.